Tomando muestras de las plumas de 207 pingüinos, recogidas en ocho localidades distribuidas a lo largo de la península Antártica, han encontrado concentraciones de aluminio, cromo, manganeso, hierro, níquel, cobre, zinc, arsénico, selenio, cadmio y plomo.
Los resultados reflejan que existe un aumento de la contaminación en el sur que es donde se concentra la mayor parte de las actividades humanas tanto por la actividad científica como por la presencia de turistas. Concrétamente en las islas Shetlands se encuentran los niveles más altos de varios elementos tóxicos en las plumas de estas aves; son similares a los encontrados en otras regiones del planeta más contaminadas, mostrando que algunas zonas de la Antártida no están exentas de contaminación. Una vez más la actividad humana parece ser la responsable.
Los resultados reflejan que existe un aumento de la contaminación en el sur que es donde se concentra la mayor parte de las actividades humanas tanto por la actividad científica como por la presencia de turistas. Concrétamente en las islas Shetlands se encuentran los niveles más altos de varios elementos tóxicos en las plumas de estas aves; son similares a los encontrados en otras regiones del planeta más contaminadas, mostrando que algunas zonas de la Antártida no están exentas de contaminación. Una vez más la actividad humana parece ser la responsable.